elegí, sí.. te elegí a ti.

Elegí quedarme contigo y todas las consecuencias que eso conllevaba. Elegí que tú fueses la persona que llenase mis días. Elegí creerme tus verdades y creerme a medias tus mentiras. Elegí que tú fueras mi locura y que tú, precisamente tú, fueras quien me calmara cuando tuviera uno de mis ataque de rabia. Elegí llenar el silencio de mis noches con tu risa. Elegí hacerme adicta a tus palabras. Elegí que fuera tu voz la que suene constantemente dentro de mi cabeza... Elegí que mi hobbie fuera echarte de menos, aunque te tuviera delante. Elegí las idas y venidas, elegí la impotencia, la incertidumbre. Elegí el miedo a fallar y los impulsos. Elegí no callarme nada, elegí darte todo. Elegí ser fuerte sin ningun tipo de coraza y luchar por un solo motivo, por ti. Elegí darte todas mis oportunidades y perderme en las tuyas. Elegí seguir escribiendo esta historia, porque creo que aún queda mucho por contar. Pero, ¿sabes qué es lo mejor? Que nada de esto lo he elegido yo, tú viniste produciendo todo esto en mí. Y aunque no lo creas, es de verdad, completamente verdad...