miércoles, 2 de octubre de 2013

no quiero ni un gramo que no sea de tu cuerpo.

Puse la canción que tanto me recuerda a nosotros y me metí a la ducha. Mientras sonaba, sonreía... Miré a un lado y estaban los azulejos empañados, e inconscientemente dibujé tu nombre... abrí la ducha, cogí la toalla y me dispuse a secarme, pero sin volverme a dar cuenta dibujé tu nombre de nuevo en el espejo... al volver a mirar, sonreí y dije en alto: "qué tonta estoy, vivo en babia". Me vestí, me senté en el sofá, encendí el portátil y me dio por ponerme a escribir esto. Como veréis, desde el principio de este texto hablo de esa persona. De esa persona a la que estoy tan enganchada qué... me da igual, porque soy feliz así. Soy feliz porque cada vez que me acuerdo de ti termino con una sonrisa en los labios... "como hace tres días a estas horas, cuando te abrazaba y te decía que no quería perderte jamás, y tú me contestaste que jamás podrías cometer semejante error, y que me querías, me querias como nadie, y me estrujaste fuerte, entonces entendí que no mentías, sino que decías la verdad..." Te quiero, ¿sabes? te quiero como posiblemente nadie te quiera jamás.
No me faltes mi vida, no puedo perderte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario